Señor Director:
Sin ánimo de metáfora política, manejar por
la izquierda en las carreteras con doble o triple pista no es adecuado sino
mientras se traspasa a otro vehículo, debiendo volverse de inmediato a la
derecha.
Quedarse pegado en la pista izquierda no sólo
impide a otros vehículos avanzar a mayor velocidad, sino que puede ser muy peligroso,
pues obliga a sobrepasar por la derecha.
De nada servirán nuevas carreteras, aun con
tres pistas, si tantas personas siguen manejando por la izquierda, a menor o igual
velocidad que la permitida.
Quienes tengan la oportunidad de utilizar autopistas,
por ejemplo, en Europa, podrán apreciar cómo existe la costumbre de retornar de
inmediato a la derecha, cuando se traspasa a otro vehículo, dejando lo más
desocupada posible la pista izquierda.
¿Cabría un análisis sociológico de esa masa
de conciudadanos que suelen manejar por la izquierda en la carretera y no nos dejan
traspasarlos sino por la derecha?
Algunos, al encenderles las luces, disminuyen
la velocidad, incluso.
Creo que es un tema cultural. Es parecido a
las escalas mecánicas: en países más cultos, los que andan menos apurados se sitúan
a la derecha, dejando libre la izquierda, para que los que desean avanzar más rápido
lo hagan por tal sector izquierdo.
¿Ha intentado hacerlo Ud. en alguna escala mecánica
en Chile?
Casi lo único desagradable que queda en las
autopistas es esta rara especie de conductores “izquierdistas” que se “adueñan”
de una pista destinada al traspaso de vehículos más lentos.
[Publicado en El Mercurio, Cartas al director, 09 de junio, 2006]