31 de diciembre de 2004

Nueva sección: Grandes Juristas


Al inicio del año 31 de la Revista Chilena de Derecho, deseamos continuar con la promoción y fortalecimiento de la investigación en materia jurídica, incorporando a sus páginas una nueva sección destinada a destacar a los artífices de la ciencia jurídica chilena de los siglos XIX y XX.

A esta tarea ha aportado con su esfuerzo intelectual un vasto número de juristas, tanto nacionales como extranjeros, los que han influido directa e indirectamente en nuestra doctrina e instituciones jurídicas.

Esta idea de mostrar la vida y obra de juristas relevantes para nuestra ciencia, surgió el año 2003 a propósito de un Ciclo de Conferencias sobre Grandes Juristas ofrecido por el Programa de Doctorado en Derecho, iniciativa que pretendía brindarles un merecido reconocimiento por su valiosa, siempre sacrificada y a veces olvidada labor y, además, motivar a revitalizar aquellas vetas y bríos en la investigación jurídica a nuestros alumnos de doctorado.

Creemos que esta propuesta servirá para valorar el aporte científico que puede llegar a realizar un investigador en Derecho, quien trabaja teniendo como centro de su estudio en definitiva una realidad insoslayable, más allá de ese producto doctrinario como son los libros y artículos de revista: al hombre jurista como tal con sus valores y circunstancias históricas. La “vida y obra” de cada jurista permite comprender no solo el aporte intelectual a la ciencia jurídica nacional de cada uno de ellos, sino además comprender que el origen de toda solución jurídica se encuentra en la visión que del Derecho y de sus cuestionamientos históricos, éticos y sociales se tenga por cada científico.

El estudio de la relevancia de la figura de los juristas que nos antecedieron y sus ideas sobre el Derecho de su tiempo, se extiende además a la discusión sobre el efecto de sus obras ante el Derecho del presente, lo que debería abrir nuevos horizontes en nuestro estudio.

Sin duda que durante los siglos XIX y XX los cambios en el Derecho han sido sustanciales, y ello debe llevar a las actuales generaciones de investigadores a aquilatar cada nuevo cambio, pero enriquecidos por la permanente discusión sobre el concepto mismo de Derecho.

La evolución del Derecho desde el arte a la ciencia; el entendimiento del Derecho como sistema; la fijación de los contenidos dogmáticos en la expresión legal; y el surgimiento de nuevas visiones del Derecho, ya desprendidas simplemente de la fuente potestativa o enriquecidas con las ineludibles consideraciones éticas y naturales.

         Todo aquello podría incluso cambiar el concepto mismo de justicia. De la realidad de los hombres que hacen al Derecho, al Derecho que deja hacer a los hombres.



[Publicado en Revista Chilena de Derecho, Vol. 31, Nº 1, 2004]