La actual tendencia legislativa de creación de tribunales administrativos especiales
es en verdad un saludable cambio de un
antiguo y ya caduco paradigma nacional.
En
los últimos años se observa un cambio de paradigma en la justicia
administrativa chilena, pues el
legislador, separándose de prestigiosos sistemas de derecho comprado, comienza
a gestar un modelo propio.
Hoy
no existe uno o varios Tribunales especiales con competencia general para
conocer todos los conflictos de naturaleza administrativa, paralelos a los
otros tribunales especiales (civiles, penales y otros). La creación de una
justicia administrativa especializada ya no está siquiera en los planes
legislativos.
Y
esto es lo que lamenta la Corte Suprema, que ha propuesto la creación de estos tribunales
administrativos. Pero ha llegado tarde…
La
tendencia legislativa actual es distinta: es posible observar un saludable
fenómeno pluriforme, que puede describirse a grandes trazos así:
1°
La mantención del recurso de protección, que en realidad es un sustituto incompleto
de justicia administrativa.
2°
La creación de múltiples acciones especiales (bajo la denominación de “recursos”),
ante las Cortes de Apelaciones.
3°
La novísima tendencia de crear tribunales con competencia administrativa, pero
respecto de materias muy concretas, relativas a sectores económicos o materias
específicas; podríamos llamarlos tribunales administrativos especializadísimos.
Es
una tendencia evidente, y que pareciera terminará por sepultar el antiguo deseo
de tener una sola jurisdicción administrativa especializada; pues este fenómeno
pluriforme indica una búsqueda de la súper especialización, con modelos muy
distintos cada uno de ellos.
La
Corte Suprema en varias ocasiones ha manifestado una opinión contraria. En los
hechos, ha tenido oportunidad de emitir informes negativos ante proyectos de
Ley de creación de órganos jurisdiccionales especiales. Su Presidente ha tenido
una antigua y conocida postura al respecto. Por ejemplo, en el Informe relativo
a la creación del Panel de Expertos, en materia eléctrica, emitió un voto
disidente; no obstante que en aquella oportunidad la Corte Suprema emitió una
opinión favorable. A principios de año, reiteró su opinión negativa en un
seminario en la Facultad de Derecho, de la Pontificia Universidad Católica,
relativo a la creación de los tribunales ambientales.
Pero,
la creación de tribunales especiales, dentro o fuera del Poder judicial, es una
necesidad y poco a poco comienza a concretarse y ha ido tomando cada vez mayor
fuerza en materias complejas y estratégicas para el desarrollo del país: medio
ambiente, recursos naturales y energía, entre otras temáticas. El caso exitoso
del Panel de Expertos eléctricos, que ha pacificado prácticamente a una
industria, y ha evitado actitudes procesales meramente especulativas (en que
los abogados usan y abusan con las demoras judiciales), es muy decidor.
Y
es que la especialidad y complejidad de las problemáticas que involucran estas
áreas requieren conocimientos también especiales, de los cuales carecemos
jueces y abogados en general; de ahí la integración pluridisciplinaria de estos
nuevos tribunales. Además, se requieren procedimientos especiales, ya que
muchas veces los actualmente existentes en nuestro ordenamiento jurídico no se
ajustan a las circunstancias particulares. Que los tribunales ordinarios de
justicia han visto sobrepasada su capacidad material, personal y técnica ante
estas situaciones es una realidad que ha comenzado a delatarse de variadas
formas y desde hace bastante tiempo.
[Publicado en El Mercurio Legal, 31 de agosto de 2011]