Al concretizarse mi decisión de poner término
a una gestión editorial de dieciocho años en la Revista Chilena de Derecho, he
querido ofrecer un breve balance y justificación de tales labores: ocho como
Secretario de Redacción (1990 a 1997) y diez como Director (1998 a abril de
2007).
Esta decisión ha sido coetánea a otra, tomada
un año antes: la de dejar el cometido o servicio de Coordinador de la
Biblioteca de Derecho UC, tarea muy conexa con la investigación jurídica, y que
desarrollé desde 1989, al inicio mismo de mi incorporación como profesor a la
Facultad de Derecho de la Pontificia Universidad Católica de Chile, y hasta
2006. Labores ambas que parecieran ser percibidas y comprendidas en toda su significación,
tanto en lo que respecta a las más sencillas y artesanales necesidades y actividades
como en su conexión con la construcción de la cultura jurídica de cada académico,
solo por quienes tienen interés, formación, hábitos y dedicación real a las labores
de investigación, caldo de cultivo de una docencia estimulante y no de mera exposición
de reglas. Dejo estas tareas, además, en el mismo momento en que la Universidad
me honra otorgándome la calidad de Profesor Titular.
Al examinar la ruta editorial desarrollada en
esta Revista, quisiera destacar ciertos temas relevantes en mi gestión: el
perfil científico de que cabe dotar a una publicación surgida de una
universidad de carácter investigador; el necesario aporte que cabe realizar desde
sus páginas a los conexos temas de cultura jurídica; y la difusión de su
conocimiento.
1. El carácter científico de la Revista. La
Revista Chilena, de Derecho es hoy, sin duda, una revista de tradición y
prestigio en el medio jurídico nacional. Fundada en 1974, en la década de los
noventa ya había alcanzado un merecido reconocimiento, como resultado de las
gestiones de sus anteriores editores. Al tomar en nuestras manos su edición, la
mayor exigencia autoimpuesta, junto con la continuidad en su publicación, fue
dotarla de un carácter científico. Este objetivo fue y es posible cumplirlo
solo en la medida que, por una parte, el medio jurídico nacional ofrezca
trabajos e investigaciones de tal carácter, y, por otra, la política editorial,
las prácticas de editores y de árbitros realicen selecciones rigurosas.
El equipo editorial de la Revista (conformado
por los miembros de su Comité Editorial, la Secretaría de Redacción, la
coordinadora de edición, los árbitros y el Director) ha cuidado durante estos
años, en la medida de sus fuerzas, que la selección de estudios cumpliese con
el objetivo de ofrecer en sus páginas, de acuerdo al estado de nuestra ciencia,
trabajos de real calidad y que fuesen un aporte para el medio jurídico.
La Revista Chilena de Derecho es hoy una
revista científica, en donde se ha intentado dar cabida fundamentalmente a los
aportes de tal naturaleza, propios de investigadores de las ciencias jurídicas;
no seleccionándose trabajos que carecían de tales requisitos, sin perjuicio de
otros méritos indudables. Esta senda científica, cuya andadura ha comenzado esta
Revista, no solo es cómoda dentro del concierto de una Universidad con una
clara política dirigida a potenciar la investigación, sino que ha honrado el
natural compromiso que surge al aceptar el patrocinio y subsidio de un órgano
público que promueve la ciencia: la Comisión Nacional de Ciencia y Tecnología.
En la docencia del Derecho y en el medio
forense existen muchos juristas prácticos (profesores y abogados de ejercicio),
de gran capacidad en tales ámbitos, pero que en muchos casos carecen, además,
de formación y hábitos científicos. Tales juristas prácticos, legítimamente
debiesen sentirse impulsados a publicar sus trabajos, en forma de apuntes de
clases o de minutas profesionales, casi siempre interesantes y de valor para ese
ámbito. Pero por su usual naturaleza descriptiva, de sistematización normativa
y sin elaboración teórica, es recomendable darles cabida en publicaciones
apropiadas.
2. Un breve balance de temas conexos de la
cultura jurídica. En esta misma página editorial, desde el año 1998, hemos
realizado una difusión de ideas relativas a temas conexos, entre la edición de
una revista jurídica y la más amplia cultura jurídica. Desprendiéndonos de mí
apreciación en cada uno de estos temas, y fijándonos solo en su alcance, en
esta hora de balance, en una relación necesariamente incompleta, quisiera llamar
nuevamente la atención sobre ellos y la necesidad de atenderlos.
a. Revitalizar el comentario crítico de
jurisprudencia. Hemos intentado, como es notorio en las páginas de la Revista,
incorporar este tipo de escritos jurídicos. Pero ello no ha sido todo lo
exitoso que esperábamos. Nos preguntamos en qué medida la calidad irregular de
las sentencias, la inexplicable anarquía de sus líneas, la habitual falta de argumentación
o la superficialidad de sus razones se deben a esta ausencia de crítica. Al mismo
tiempo, aquellos casos de admirable jurisprudencia, que podría ser emulada por otros
jueces, quedan muchas veces sin una difusión adecuada. Es evidente la ausencia
de la jurisprudencia en la enseñanza del Derecho, lo que constituye un
verdadero "apagón cultural". Ello proviene de variadas raíces, que
hemos analizado en estas páginas: agreguemos que pareciera haberse enquistado
una insana "prudencia" de nosotros los juristas ante los jueces, para
no incomodarlos ni incomodarnos en un eventual próximo encuentro en los
estrados...
b. La ausencia de crítica bibliográfica. SÍ
bien en Chile los aportes bibliográficos en materia jurídica son modestos,
existe un interesante corpus doctrinal, en pleno crecimiento.
Pero importantes obras parecieran pasar
inadvertidas o no son objeto de crítica por sus pares, salvo de amigos o, en
aquellos raros casos en que se anima el debate, de enemigos intelectuales
declarados.
c. La publicidad de las fuentes jurídicas.
Hay dos culturas conexas con la edición de la doctrina y la jurisprudencia: la
del Diario Oficial, que disemina el conocimiento de las nuevas normas. Hoy la
informática permite un mayor y mejor acceso, pero cabe observar el fenómeno,
que hoy se exhibe con luces y sombras.
d. Reflexionar sobre la cultura de las
revistas jurídicas. La edición de una Revista es de una gran responsabilidad, y
hacerlo de un modo impulsivo, sin definir claramente objetivos, temas,
destinatarios y posibilidades de continuidad, puede afectar no solo a la casa
universitaria de sus entusiastas editores, sino a la sociedad en su conjunto.
Hemos iniciado un camino de reflexión sobre estas materias en dos simposios y
quizás valdría la pena poner en la agenda un tercero.
e. Otros temas de cultura jurídica conexos.
Simplemente menciono otros temas que han llamado nuestra atención, como: la
conexión del grado doctoral con las publicaciones jurídicas, a raíz de la creación de programas de
doctorado; la necesidad de crear mecanismos de evaluación y de selección
rigurosos en las publicaciones jurídicas; la incorporación de las publicaciones
jurídicas chilenas en índices internacionales; la indización permanente de cada
revista jurídica; la estructura de las comunidades científicas en el mundo del
Derecho; en fin, la estandarización de las normas de citación de las revistas
jurídicas.
3. Esfuerzos desplegados para una mejor
difusión del conocimiento. La última etapa de la Revista representa la
culminación de varios esfuerzos orientados a tal difusión.
a. Normas de referencias bibliográficas
uniformes. En cuanto a la redacción, presentación, citas y referencias
bibliográficas de cada artículo, la Revista se ha acogido a un sistema uniforme
de referencias bibliográficas: a las respectivas normas ISO. Tales normas, que
hemos adecuado especialmente, se ofrecen en las últimas páginas de la Revista.
Los autores han ido acomodando sus contribuciones a tal sistema, quizás
confiados en que los fundamentos y explicaciones que hemos ofrecido son
razonables (véase Editorial en vol. 33 N° 1 2006 de la Revista). Pero el
fundamento de mayor calado para incorporar esta normativa de referencias
bibliográficas tiene una íntima conexión con sanos hábitos de investigación
científica y de publicación de sus resultados, pues un investigador honesto ha de
dejar clara huella de haber consultado y contrastado críticamente cada
referencia, y evitar incorporar listados de textos no consultados ni
contrastados en el desarrollo efectivo del trabajo. Además, el listado
bibliográfico deja en evidencia sí la búsqueda bibliográfica ha sido
exhaustiva, como corresponde a una investigación científica rigurosa. En fin,
tales listados prestan grandes utilidades a las labores de estadística de
citación.
b. Versión en línea de la Revista. La Revista
ha ingresado en 2006 al portal de la web Scielo, administrado en Chile por la
Comisión Nacional de Ciencia y Tecnología. Es el más importante índice científico
latinoamericano, donde los lectores pueden consultar en línea la versión
completa de los trabajos publicados.
c. Digitalización completa, de la Revista y
DVD. Además, hemos completado el trabajo de digitalización de todos los
ejemplares de la Revista, en sus 33 años de publicación.
Nuestra programación incluía la entrega a
nuestros lectores de un DVD conteniendo todo ese material, pero nuestro intento
ha sido frustrado, por razones económicas.
Esperamos que sea iluminado el camino para
ver editado digitalmente este formidable trabajo realizado con mucho entusiasmo
por el equipo editorial de la Revista.
4. Agradecimientos. Solo me queda ofrecer mi
sincero agradecimiento a todos aquellos que han apoyado nuestra gestión
editorial en todos estos años, en especial a los autores, que con sus trabajos
han animado estas páginas; al equipo de redacción: ayudantes de redacción; a
los sucesivos encargados y encargadas de la Secretaría de Redacción, de la
coordinación, árbitros, ejecutiva de ventas; a quienes han integrado los sucesivos
comités editoriales; a los sucesivos decanos y autoridades de la Universidad; a
todo el equipo de imprenta. La enumeración es larga, y no menciono a todos por
sus nombres, pudiéndose descubrir a muchos en las páginas de la Revista. A
todos ellos, y a todos los lectores, dedico el esfuerzo desplegado.
En fin, junto a la satisfacción personal de
haber cumplido el deber de llevar adelante esta publicación jurídica, de haber
podido mantener su continuidad y de no haber desatendido la calidad de su plan
editorial, espero al menos la comprensión de toda omisión o error que pudiera
haber cometido, inevitables en los varios miles de páginas editadas durante
este tiempo.
[Publicado en Revista Chilena de Derecho, Vol. 34, Nº 1, 2007]