En 2003 se cumplen 30 años de publicación
ininterrumpida de la Revista Chilena de Derecho, fundada en 1974 por el
profesor Jaime Navarrete Barrueto, director hasta 1980; dirigida después por
los profesores José Luis Cea Egaña, hasta 1993; por el profesor Guillermo Bruna
Contreras, hasta 1997; y desde 1998 por quien escribe estas líneas. Cada etapa
de la Revista ha tenido sus propias
exigencias, impuestas por cada época.
En cuanto a nuestro tiempo, la mayor
exigencia, junto con la tradicional continuidad de la propia publicación, ha
sido dotarla de una posición científica. Sobre el contenido y objetivos de tal
carácter, desde 1998 hemos ido dando cuenta en esta página, dedicada
regularmente a temas de cultura de revistas jurídicas y de sus vínculos con el
desarrollo de la ciencia del Derecho. Este objetivo editorial ha tenido en el
último tiempo un imperativo mayor: la creación del programa de Doctorado en
Derecho, en 2002 (vid. Editorial, vol. 29 n° 1, 2002, p. 7); y, además, un
reconocimiento oficial: el auspicio que para los años 2002-2003 presta a
nuestra publicación la
Comisión Nacional de Investigación Científica y Tecnológica
(CONICYT).
Pues a partir de tal imperativo y de tal
reconocimiento, ambos de índole científica, el equipo editorial de la Revista (conformado por su Comité
Editorial, la Secretaría de Redacción, los árbitros y el Director) ha reforzado
el cuidado en la selección de publicaciones para cumplir, en la medida de
nuestras fuerzas, con el objetivo de ofrecer en sus páginas, de acuerdo al
estado de nuestra ciencia, trabajos de real calidad y que sean un aporte. Puede
ser útil para los lectores y colaboradores conocer algunos antecedentes de tal
proceso; además, hemos notado un interés creciente de los autores por divulgar
sus trabajos en nuestra Revista, por
lo que hemos estimado del caso explicar brevemente el proceso de selección y
evaluación de colaboraciones.
a. El
carácter general de la
Revista. Esta es una publicación general del Derecho, pues abarca
todas las especialidades, lo que puede apreciarse en cada número, y en especial
en el índice general de los primeros 25 años de la Revista,
publicado en 1998. No obstante, el Comité Editorial, al definir el Plan
Editorial de cada año, determina aquellas áreas del Derecho que se califican
como relevantes para los efectos de darle énfasis a través de las distintas
secciones.
La Revista
contiene tres secciones permanentes: estudios o monografías, jurisprudencia
comentada y recensiones de libros; secciones que en su conjunto abarcan parte
relevante del fenómeno investigativo de la ciencia del Derecho, y ciencias
conexas (como por ejemplo, la Filosofía del Derecho, la Teoría del Derecho, la
Historia del Derecho, en fin, la Sociología del Derecho, aunque esta última con
menor desarrollo en Chile, por ahora). Por lo tanto, son trabajos de esa índole
los que regularmente se reciben para ser publicados en sus páginas.
Excepcionalmente, se pueden publicar otros trabajos u otras secciones, con la
debida indicación, como capítulos de tesis de grado, informes en derecho, o
crónicas de encuentros académicos.
Las líneas editoriales revisadas cada año por
el Comité Editorial intentan, además, que la investigación científica que se
publica en las páginas de la Revista
responda a las necesidades de la comunidad jurídica nacional y latinoamericana,
de forma de ser una real contribución al avance de la ciencia del Derecho y que
satisfaga las expectativas de los lectores, a quienes va dirigido el contenido.
b. Convocatoria
abierta a todos los autores. La convocatoria para publicar en la Revista, en cualquiera de sus secciones,
está abierta a autores nacionales y extranjeros, ya sea que pertenezcan a la
comunidad académica de la Pontificia
Universidad Católica de Chile, como a otras universidades o
centros de investigación, chilenos o extranjeros. Ello es notorio en nuestras
páginas, en las cuales encuentran sede de publicación de sus trabajos los
profesores de todas las universidades del país y también del exterior.
No obstante, para cumplir algunos objetivos
editoriales, existen dos modalidades de colaboración: (1°) el envío espontáneo
de colaboraciones por parte de los autores, para ser incluidos en el proceso de
selección, que se explica enseguida; y (2°) la solicitud a autores
determinados, que sean especialistas en ciertas áreas del Derecho, para que
desarrollen algún tema específico que el Comité Editorial haya determinado como
relevante. Esta segunda modalidad es excepcional, y cada vez se visualiza como
realizable, ante el crecimiento evidente de nuestra comunidad científica, con
la finalidad de ofrecer números monográficos, intento permanente en nuestra
política editorial.
c. Selección
de trabajos. Consta de tres etapas:
1° Recepción
y revisión formal. Es centralizada en la Secretaría de Redacción de la
Revista, en donde se revisa que se cumplan los aspectos formales y, de ser
necesario, se recaba una mínima información curricular de los autores. El
artículo es catalogado temáticamente y se le asigna una ficha que lo acompañará
durante el proceso, en la que se deja constancia de la fecha de recepción,
datos del autor y los comentarios realizados por los revisores.
De acuerdo a las directrices aprobadas por el
Comité Editorial, se examinan las colaboraciones de acuerdo a los parámetros
que contiene la ficha de revisión formal de los artículos, como la pertinencia
del tema, el título del trabajo, u otros: realizando una primera selección de
los trabajos que merezcan ser enviados a evaluación. Esta etapa de la edición
es cada vez más sencilla, dados los sistemas actuales de procesamiento de
textos y de comunicaciones por la vía del correo electrónico.
2° Evaluación.
Como principio general, no se publica en la Revista
Chilena de Derecho
ninguna colaboración para la sección investigaciones o monografías que no haya
tenido, al menos, dos arbitrajes u opiniones consignadas en la ficha
respectiva. El arbitra je del artículo consiste en la evaluación que realizan
uno o dos miembros del Comité Editorial con algún o algunos académicos o
investigadores, especialistas en el tema tratado, de esta u otras
universidades. Como norma usual en los arbitrajes científicos, el nombre de los
árbitros es confidencial. Además, en caso de divergencias o casos más
complejos, la colaboración debe contar con el visto bueno de un miembro del
Comité Editorial, quien actúa, en conjunto con el Director, como árbitro final.
Las pautas de evaluación y criterios aplicados por cada árbitro, y por el
Comité Editorial, dicen relación con el contenido, calidad, pertinencia,
carácter científico, interés del tema, tratamiento, desarrollo y metodología
científica empleada en la elaboración; en fin, uso actualizado de fuentes y
bibliografía.
En caso de que en el proceso de arbitraje
surjan sugerencias de perfeccionamiento u objeciones mayores, ellas son
comunicadas oportunamente a los autores, para que, si es el caso, puedan
revisar o reformular su trabajo a la luz de las indicaciones recibidas. Esto
último será lo habitual, ya que la finalidad del referato en las revistas
científicas no es reprochar o molestar a los investigadores, sino ayudarlos con
la reflexión que sobre su trabajo ha hecho previamente un especialista en el
tema, el que también hará su labor con espíritu de servicio y no de lucimiento
personal.
3° Aceptación.
Por lo tanto, solo son publicados los trabajos que los árbitros han revisado y
que, a su juicio, cumplan los estándares usuales de calidad científica; o los
trabajos que, una vez recibidas las observaciones de los árbitros, han sido
corregidos adecuadamente por los autores.
d. La
calidad científica como objetivo editorial. Este proceso no siempre es todo
lo ágil que desearíamos, y depende de las disponibilidades de tiempo de los
árbitros, y de la prontitud de los autores de revisar la versión evaluada de
sus artículos. Pero tales dificultades, junto a otras que son recurrentes, como
las económicas, no nos harán desfallecer en esta línea de calidad. De este
modo, la Revista Chilena de Derecho intenta cumplir un objetivo
esencial: publicar artículos que sean el producto de trabajos de investigación
científica. El Comité Editorial, y el Director que suscribe, estamos haciendo
un gran esfuerzo por sostener en esta Revista
su calidad científica, necesaria para la comunidad jurídica nacional, de tal
manera que cada trabajo publicado tenga una excelencia comparable a las mejores
revistas jurídicas internacionales. Será este el mejor modo de celebrar los 30
años que en 2003 cumple esta publicación.
[Publicado en Revista Chilena de Derecho, Vol. 30, Nº 1, 2003]