17 de junio de 2006

Conducción por la izquierda II



Mi primera carta de la semana pasada sobre este tema ha desatado un vendaval. Y era esperable, pues a diario se repite en las autopistas la desagradable experiencia de encontrarnos con conductores "izquierdistas", cuya infracción a la ley es clara, pues se quedan pegados en la pista izquierda, adueñándose de ella, prohibiéndolo la ley.

A los "derechistas" habrá que probarles exceso de velocidad, pues sólo utilizan la pista izquierda para los adelantamientos, y sólo infringen la ley en caso de adelantar excediendo la velocidad permitida.

Pero el conductor "izquierdista" ha quedado expuesto además, como hemos comprobado en la serie de cartas anteriores, y en especial en el blog, a la grave acusación social de constituirse en una especie desagradable de la jungla caminera ojalá en pronta extinción. El tema no sólo es cultural, y solucionable en escuelas de conductores, sino pareciera que hay elementos psicológicos, sociológicos, de ingeniería de caminos, económicos. Hasta ahora en este debate han comparecido sólo conductores de uno u otro sector de la carretera y abogados; necesitamos la opinión de los especialistas señalados. ¿Esto afecta la circulación? ¿Las autopistas fueron diseñadas considerando a los "izquierdistas"? ¿Construirles un carril exclusivo a ellos para que destruyan entre sí su mito? ¿Resentimiento carretero?: ¡No te dejo avanzar!


Un divertimento final: una parodia ideológica de lo que ocurre en la carretera. Es necesario ser  "derechista" para "conservar" una regularidad en la marcha, salvo que aparezca por delante otro derechista más lento, al que habrá que adelantarlo "liberándose" por la "izquierda", sin olvidar cruzar e! "centro". Impide más gravemente el avance carretero el desagradable "izquierdista-izquierdista" está claro. Pues el "derechista-derechista" sólo está expuesto, a ser adelantado, dada su lentitud en avanzar. Para avanzar pareciera que es necesario ser "izquierdista", pero sólo por un rato, y teniendo que experimentar el paso por el "centro" de la carretera, para, luego volver a la "derecha", sin quedarse pegados en tal carril.



[Publicado en El Mercurio, Cartas al Director, 17 de junio, 2006]